27 de mayo de 2011

Malba presenta una selección de obras de Pettoruti realizadas durante la primera mitad del siglo XX

Malba – Fundación Costantini presenta "Pettoruti y el arte abstracto. 1914 -1949", una selección de 37 obras realizadas por el artista argentino Emilio Pettoruti (1892-1971) durante la primera mitad del siglo XX. Curada por Patricia Artundo, esta exposición propone repensar la relación de Pettoruti con el arte abstracto, ineludible para comprender gran parte de su producción artística.
Guadalupe Requena y Patricia Artundo
Se exhiben, collages, óleos y acuarelas, realizados por el artista entre 1914 y 1949, período que abarca sus primeros años en Italia, su regreso a la Argentina y sus posteriores viajes por Europa antes de instalarse definitivamente en París. 
A cuarenta años de su fallecimiento, el objetivo es reflexionar acerca de lo que se ha pensado y escrito sobre Pettoruti durante los últimos años. “Recuperar desde las obras su propio ejercicio reflexivo, caracterizado por la complejidad, la variedad y la densidad de sus propuestas”, afirma Artundo, curadora de la exposición. 
"Armonia-movimento-spazio (disegno astratto)", 1914,
carbonilla y lápiz sobre papel. Colección Eduardo F. Costantini

Las obras que integran la exposición provienen de colecciones particulares y de colecciones públicas, como el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires; el Museo de Artes Plásticas “Eduardo Sívori” de Buenos Aires; el Museo Castagnino + MACRO de Rosario; el Museo Provincial de Bellas Artes “Emiliano Guiñazú” (Casa de Fader) de Mendoza; el Museo Provincial de Bellas Artes “Emilio Pettoruti”- Instituto Cultural de La Plata; y la Cancillería Argentina, Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, entre otras. 
"Vallombrosa", 1916, óleo sobre tela
Colección Eduardo F. Costantini
“Para evitar que la mirada del otro –aún a través de nuestros propios ojos– nos defina, es importante explorar especialmente los años de formación de nuestros artistas para encontrar allí las claves propias que después abran el camino al estudio alternativo de sus producciones posteriores. En el caso de Pettoruti, al observar sus obras desde 1914 se advierte una unidad particular que lo llevará precisamente a diferenciarse de sus contemporáneos europeos”, analiza Marcelo Pacheco, en el ensayo “Emilio Pettoruti y la búsqueda de una estrategia propia”. 
Para Artundo: “El pintor se manejó con absoluta libertad por dentro y por fuera de la vanguardia. Él fue capaz de absorber todo y de acercarse desprejuiciadamente a los
maestros italianos para realizar otro tipo de investigaciones que lo llevaron, por otro camino, a la abstracción: la realización de mapas cromáticos a partir de la obra del Beato Angelico; la generación de nuevas estructuras compositivas y espaciales desde su lectura de los frescos de Masaccio; la creación de armonías tonales con los venecianos; la investigación acerca de la luz y su incidencia sobre las superficies ejercitada desde el estudio de la técnica del mosaico y del vitraux”, explica

Emilio Pettoruti nació el 1 de octubre de 1892 en la ciudad de La Plata, Provincia de Buenos Aires. Estudió en la Escuela de Bellas Artes de La Plata y se ejercitó en el dibujo en sus visitas al Museo de Historia Natural de la misma ciudad. Luego de tomar un curso de perspectiva, comenzó a exhibir sus primeras obras en las vidrieras de la tienda Gath & Chaves y a publicarlas en las revistas La Ciudad y Rayos de Sol. En junio de 1911 realizó su primera exposición en las salas del desaparecido diario platense Buenos Aires.
En 1913 se trasladó a Florencia, Italia, donde se encontró con otros artistas argentinos y latinoamericanos. Allí abandonó sus estudios académicos muy pronto y se dedicó a observar las obras de los grandes maestros y a estudiar diversas técnicas.
"Mosaico", 1917, acuarela sobre papel, Colección Fundación Pettoruti
Entre 1916 y 1917 vivió en Roma, donde trabó amistad con los artistas del círculo vanguardista de las revistas Cronache d’Attualitá y Valori Plastici, entre ellos, Enrico Prampolini, Giorgio De Chirico y Carlo Carrà. Luego se instaló en Milán, donde fue admitido como “socio pittore” en la Famiglia Artistica.
En julio de 1924 regresó a Buenos Aires, donde se unió al grupo del periódico Martín Fierro y presentó en el Salón Witcomb su primera exposición tras once años de ausencia: las ochenta y seis obras exhibidas causaron un gran revuelo por su vanguardismo asociado al futurismo y cubismo.
"La gran copa", 1949, óleo sobre tela, colección particular
En 1940, Amigos del Arte realizó una retrospectiva con cuarenta y una obras de 1917-1938. Importantes museos de los Estados Unidos lo invitaron a exponer individual y colectivamente; en 1943 el MoMA de Nueva York le compró su obra "Copa verde-gris." En 1948 realizó otra retrospectiva en el Salón Peuser y en 1950 la "Exposición retrospectiva del pintor Emilio Pettoruti", en el Museo Nacional de Bellas Artes de Chile. Al año siguiente viajó por Europa y en 1953 se instaló en París, donde inició su última etapa pictórica.
En sus últimos años presentó exposiciones en Bonn, Berlín, Bruselas y Ginebra, entre otras ciudades europeas, y representó a la Argentina en el envío a la XI Bienal Internacional de São Paulo de 1971. Falleció en París, el 16 de octubre de ese mismo año.
Complementando la exposición, se realizará un encuentro con la curadora Patricia Artundo, el miércoles 1 junio a las 18:30 hs., en la sala 3 del primer piso.
Hasta el 27 de junio se puede visitar esta excepcional muestra en Avda. Figueroa Alcorta 3415, de jueves a lunes y feriados de 12 a 20 hs. Miércoles hasta las 21 hs.