8 de agosto de 2015

Nuevas muestras en el Centro Cultural Recoleta


El martes 11 de agosto 18 hs. el Centro Cultural Recoleta inaugura las siguientes exposiciones:
Sala J: Andrés Denegri presenta “Clamor”, una instalación de grandes dimensiones que agrupa tres obras. El diseño básico que presenta cada una de estas piezas es similar: dos proyectores de cine enfrentados disparan imágenes que son capturadas por una pantalla que se encuentra entre ambos. Una proyección es la filmación que el relato corriente presenta como la primera de la historia del cine: Obreros saliendo de la fábrica, de Louis Lumière; la otra hace referencia a la primera filmación en territorio nacional: La bandera argentina, de Eugenio Py. Lo que diferencia a las tres obras es el soporte cinematográfico con el que está realizada cada una, los proyectores correspondientes, las estructuras con las que se sostienen estos proyectores y que conducen el paso de la película y, sobre todo, sus tamaños. Al ingresar a la sala el espectador encontrará, y podrá recorrer, una gran escultura cinética, donde las imágenes proyectadas se integran al valor estético de las máquinas cinematográficas y de la misma película de cine que sale de ellas para recorrer la sala de un extremo al otro. 
Salas 1 y 2: Valeria Vilar realiza una intervención específica en los ventanales de la sala y relata en tres instancias un esbozo  sobre un cuento típico de los hermanos Grimm, trabaja con yeso y tiza y la luz que atraviesa en los espacios vacíos, generando vitrales donde la pintura resalta por la gestualidad la materia y los trazos de dibujo. Acompaña esta muestra con una serie de pinturas y esculturas.

Espacio Historieta: La exposición de Manuel Aja Espil, denominada “Experiencia de figuración y alteraciones, trata de una serie de ideas y temas que el artista recorrió a partir del boceto y el dibujo que meditan sobre el futuro, el hombre, el cosmos y Dios (como lo infinito, no lo religioso necesariamente).

Microespacio: Juan Matías Alvarez presenta “Entelequia”. Cosa ideal que solo existe en la imaginación. Escalera construida en hierro con sus dos últimos escalones contenidos en una cubo de acrílico. La escalera evoca al movimiento de arriba hacia abajo, el intercambio entre estos dos puntos. La idea de avance o retroceso. Llegar a la luz escalón a escalón. 

Prometeus: con el auspicio de Fundación Epson se presenta “Mitad nube, mitad apodo” de Tomás Maglione. La obra se compone de una serie de trabajos relacionados con la investigación sobre los usos del lenguaje y la posibilidad de concretar voluntades. La permanente reincidencia del ser humano por explicar fenómenos de carácter mitológico a través del uso doméstico de la tecnología, la arquitectura y el acercamiento a los márgenes en los cuales el cuerpo se diluye para convertirse en un cuerpo-ciudad. “Hay una serie de temas que me obsesionan y una voluntad de investigar que por ahora funcionan en el contexto de exhibición del arte contemporáneo”, explica el artista.
Salas 4 y 5: Federico Colletta presenta “El desmoronamiento de la corteza terrestre”, compuesta por dos grandes instalaciones que constan de cuadros de gran tamaño que se constituyen en la resultante de enterrar algodón durante los últimos 3 años en pozos de 180 x  90 cm en el contexto del estudio del artista. También se podrán experimentar  una gran cantidad de obras en madera,  con base de mármol y fieltro que conforman la instalación.

Sala 6: “Museal” de Paola Vega reúne tres obras: una acción, un conjunto de pinturas y un objeto (la obra objetual fue realizada en colaboración con el artista Pedro Wainer). Cada una de las piezas son parte de una investigación sobre ciertos aspectos  externos de la pintura en sí, que exploran e indagan sobre diferentes  temporalidades del devenir de la pintura. 

Sala 8: Rosario Zorraquín presenta “Chifle”, compuesta por pintura sobre telas, que recuperan la dimensión abstracta del arte. Los cuadros tienen el sol de Madariaga, instrumentos para el transporte de sustancias como el chifle, los videos de Atahualpa tocando en una clave animalesca y española llena del polvo del norte: un arpa paraguaya que forma acordes en una escalera, a medio camino del cielo y la montaña, un telón que se abre y tiene ojos. Un animal, un buitre, una luz mala o buena, un toro rayonista.

Sala 9: “Superficies de placer” de Lucía Malfatti, una instalación que por medio de la pintura y la escultura pone de manifiesto las sensaciones que en su práctica como artista moviliza en su interior. La voluptuosidad marca la tendencia y plantea, bajo un juicio lúdico, nuevas formas y reglas dentro del uso de los materiales. Es un muestrario de experiencias sensoriales-sensuales, donde cada color y pliegue, donde cada textura y temperatura interpelan no solo la mirada sino también integran al resto de los sentidos.

Sala 10: Guido Ignati presenta “Vista interior de una cámara”. Esta muestra permite una lectura narrativa en relación al lugar donde está montada. La sala oficia de cámara, aunque el público puede ingresar a su interior solo por uno de sus accesos, el resto de las aberturas están bloqueadas por tapiados de madera que recuerdan su condición de claustro; que señalan su función concreta y simbólica de lugar íntimo donde se atesora un valor intangible. La muestra se compone de dos tapiados de madera que bloquean las ventanas de la sala y una estructura del mismo material que restringe o limita el ingreso por la puerta de entrada. También se exhiben dos proyecciones de diapositivas que definen la sombra proyectada de dos obras que ahora no se encuentran en la sala.

Sala 11:
Guido Yannitto presenta una instalación que contempla los elementos textiles y las cerámicas. Se propone la sala como contenedor de dos situaciones - experimentos antagónicos. Dos temperaturas distintas para producir una sola instalación. Yannitto destaca su interés en ubicarse sobre un límite incierto en el que la obra se define mientras ocurre. 

Sala 12:
Martín Di Paola expone en “Dimensión” una  geometría planimétrica  y dimensional que toma el espacio expositivo donde se halla proyectando en el espectador su intensidad cromática. Se trata de pinturas acrílicas de mediano a gran tamaño donde la concordia entre la estructura rítmica y espiritual se da por una ajustada síntesis de las formas, una idónea utilización del color, para enmarcar un sutil desarrollo de la imagen. Pero por encima de esta consideración fragmentada de las obras, despunta un enunciado integral de las pinturas que conceptualmente Di Paola oxigena desde su prisma siempre preciso y especial.

Todas las muestras cierran el domingo 30 de agosto y se pueden visitar de martes a viernes de 13.30 a 20.30 hs. y los sábados, domingos y feriados de 11.30 a  20.30 hs. en Junín 1930, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.